👑 *Parábola del Rico Insensato*
- ☦️ Rev_P. Estefan

- hace 4 días
- 7 Min. de lectura

Domingo 25 Post-Pentecostés/ TONO 8
EPÍSTOLA:
Ef 4:1-6
EVANGELIO:
Lc 12:16-21
COLOR LITÚRGICO:
Dorardo
No está la vida en el Poseer
¡Cristo está entre nosotros!, la Palabra de Dios que hoy se nos proclama nos invita a mirar con profundidad nuestra vida y nuestras relaciones. San Pablo nos exhorta a caminar de manera digna de la vocación recibida, con humildad, mansedumbre y paciencia, manteniendo la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Y el evangelio según san Lucas nos presenta la advertencia de Jesús frente a las falsas seguridades que el hombre se fabrica. Todo comienza cuando uno de la multitud le pide que intervenga en un pleito familiar. Jesús rehúsa tomar ese papel y responde: «Hombre, ¿quién me ha constituido juez o partidor entre vosotros?» (Lc 12,14). Con esta pregunta señala que la vida no se ordena por imposiciones externas, sino por la conversión interior que abre espacio al diálogo verdadero. Los conflictos humanos encuentran su salida no en ganar terreno, sino en escuchar, en dejar que el otro tenga voz, en buscar juntos la verdad con la humildad que permite reconocer errores y sanar heridas.
En los momentos difíciles que vivimos en la familia, la comunidad o la sociedad, el diálogo se convierte en un camino de salvación. Es allí donde aprendemos a discernir la viga en nuestro propio ojo antes de señalar la brizna ajena y donde permitimos que el Espíritu cree unidad. Sin diálogo, los corazones se endurecen y la mirada se vuelve sospechosa; con diálogo, incluso aquello que parecía imposible encuentra un cauce de reconciliación. La palabra de Jesús nos ayuda así a descubrir que la verdadera autoridad no se impone, sino que acompaña, escucha y conduce hacia la paz.
A continuación, el Señor relata la parábola del rico insensato. Un hombre cuya tierra había dado una cosecha abundante decide derribar sus graneros para construir otros mayores, y allí guardar su trigo y sus bienes. Es entonces cuando se dice a sí mismo: «Alma mía, tienes muchos bienes en reserva para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea» (Lc 12,19). Estas palabras revelan la ilusión de autosuficiencia que tanto seduce al corazón humano: creer que la seguridad depende únicamente del propio esfuerzo y que la felicidad se compra con bienes acumulados. En su lógica no aparece Dios, ni el prójimo, ni la fragilidad de la vida; solo su yo satisfecho.
Pero Dios interviene y desmonta su espejismo con una sentencia que atraviesa los siglos: «Insensato, esta misma noche te reclaman el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?» (Lc 12,20). Así Jesús muestra que la riqueza, cuando se absolutiza, se vuelve una ceguera que sofoca la gracia. El rico no es juzgado por haber trabajado o por haber prosperado, sino por haber puesto su confianza en lo que posee, olvidando al Dador de todo bien. La ausencia de Dios lo encierra en sí mismo, y la abundancia, lejos de abrirlo a la generosidad, lo hunde en la preocupación por conservar.
Hoy también podemos caer en esta ceguera. La sociedad nos empuja a medir nuestra valía por el éxito económico, a creer que solo quien posee es feliz, a considerar el tener como garantía de futuro. Sin embargo, la Palabra nos recuerda que «la vida del hombre no depende de la abundancia de sus bienes» (Lc 12,15). Solo quien es rico para Dios descubre que la verdadera alegría nace del amor ofrecido y del corazón abierto
.
Frente a la insensatez del rico, Jesús nos muestra otro camino: el de su humildad. Él, siendo Señor, se hizo servidor; siendo rico, se hizo pobre. Con su ejemplo nos enseña que el amor verdadero no consiste en acumular, sino en donarse. Amar es servir, compartir, entregar tiempo, abrir la vida, dejar que lo que somos y tenemos sea instrumento de comunión. Por eso nos llama al mandamiento que resume toda la Ley: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo» (Lc 10,27). En este doble amor se juega la plenitud de la existencia.
Cuando vivimos desde la humildad de Cristo, los bienes dejan de ser un fin y se transforman en medios de caridad: el pan compartido, la casa que acoge, la escucha que consuela, la mano que ayuda. La riqueza deja de suscitar ansiedad y se convierte en ocasión de servicio. Y entonces descubrimos que la verdadera riqueza es la que construye comunión, la que siembra paz, la que hace crecer la vida de otros.
La pregunta final se dirige a cada uno de nosotros: ¿qué palabra queremos escuchar de Dios cuando termine nuestro camino? ¿La de quien se encerró en sus propios bienes o la de quien puso su vida al servicio del amor? El cristiano elige siempre lo que permanece, lo que brota de la voluntad divina. Que esta Palabra nos conceda vivir con humildad, dialogar en los momentos difíciles, no dejarnos cegar por lo material y seguir a Cristo, cuyo amor convierte todo en don para los demás.
Jueves 4 de Diciembre
LA ENTRADA DE LA SANTÍSIMA MADRE DE DIOS EN EL TEMPLO

EPÍSTOLA:
Ef 4:1-6
EVANGELIO:
Lc 10:38-42;11:27-28
COLOR LITÚRGICO:
Azul
¿Por qué María fue engendrada por una estéril?: San Juan Damasceno responde: “Era necesario que, a ella, la maravilla de las maravillas, se le preparase una entrada al mundo con otras maravillas, y para que, poco a poco, de las situaciones más pobres y miserables, brotasen las más grandiosas realidades” Y agrega: “era necesario que naciese primogénita la que había de engendrar al Primogénito de toda la creación, en quien todo el universo tiene su fundamento”
Es por ello que, este 4 de Diciembre nuestra iglesia celebra la segunda gran fiesta a la Santísima Virgen María, y aunque carece de evidencias bíblicas las indicaciones de que la fiesta se observó en los primeros siglos del cristianismo se encuentran en las tradiciones de los cristianos palestinos, que dicen que la santa emperatriz Helena construyó una iglesia en honor de la Entrada de la Santísima Theotokos al Templo; siendo así, al igual que su Natividad, una fiesta llena de importante significado espiritual para el creyente pues predice la bendición de Dios para la raza humana, la predicación de la salvación y la promesa de la venida de Cristo.
Según esta Santa Tradición, la Entrada de la Santísima Theotokos en el Templo tuvo lugar de la siguiente manera: Los padres de la Virgen María, los santos Joaquín y Ana, orando por el fin de su falta de hijos, prometieron que, si les naciera un niño, lo dedicarían al servicio de Dios.
Cuando la Santísima Virgen alcanzó la edad de tres años, los santos padres decidieron cumplir su promesa. Reunieron a sus parientes y conocidos, y vistieron a la Virgen pura en sus mejores ropas. Cantando canciones sagradas y con velas encendidas en sus manos, las vírgenes la acompañaron al templo (Sal. 44(45): 14-15). Allí, el Sumo Sacerdote y varios sacerdotes se encontraron con la doncella de Dios. En el Templo, quince pasos elevados conducían al santuario, al que solo podían ingresar los sacerdotes y el Sumo Sacerdote. (Debido a que recitaban un Salmo en cada paso, los Salmos 119 /120-133/134 se llaman "Salmos de Ascenso".)
La niña María, por lo que parecía, no podía subir por esta escalera. Pero justo cuando la colocaron en el primer paso, fortalecida por el poder de Dios, ella rápidamente subió los pasos restantes y ascendió al más alto. Entonces el sumo sacerdote, a través de la inspiración desde arriba, condujo a la Santísima Virgen al Lugar Santísimo, donde solo el Sumo Sacerdote ingresaba una vez al año para ofrecer un sacrificio purificador de sangre. Por lo tanto, todos los presentes en el Templo quedaron asombrados ante este hecho tan inusual.
Después de confiar su hijo al Padre Celestial, Joaquim y Anna regresaron a casa. La Virgen Santísima permaneció en los cuarteles de las vírgenes cerca del Templo. De acuerdo con el testimonio de las Sagradas Escrituras (Éx 38; 1 Re 1: 28; Lc 2: 37), y también el historiador Josefo Flavio, describe muchas viviendas alrededor del Templo, en las que, los que estaban allí se dedicaban al servicio de Dios.
La vida terrenal de la Virgen María desde su infancia hasta que fue llevada al cielo está envuelta en un profundo misterio. Su vida en el Templo de Jerusalén también fue un secreto. "Si alguien me preguntara", dijo San Jerónimo, "cómo la Santísima Virgen pasó el tiempo de Su juventud, respondería que eso mismo lo sabe Dios mismo y el Arcángel Gabriel, su guardián constante". Hay relatos en la Tradición de la Iglesia, que durante la estancia de la Virgen Pura en el Templo, creció en una comunidad de vírgenes piadosas, leyó diligentemente la Sagrada Escritura, se ocupó de las artesanías, oró constantemente y creció en amor por Dios.
TROPARIO - Tono 4
Hoy es el preludio de la buena voluntad de Dios, de la predicación de la salvación de la humanidad. La Virgen aparece en el templo de Dios, en previsión de proclamar a Cristo a todos. Vamos a regocijarnos y le cantamos: "Alégrate, oh Cumplimiento de la dispensación del Creador".
KONTAkIO - Tono 4
El templo más puro del Salvador; la preciosa Cámara y la Virgen; El tesoro sagrado de la gloria de Dios, se presenta hoy a la casa del Señor. Ella trae consigo la gracia del Espíritu, por lo tanto, los ángeles de Dios la alaban: "En verdad esta mujer es la morada del cielo"
Santoral
Domingo 25 Post-Pentecostés/ TONO 8
Domingo 30:
Gregorio Ob-Neocesarea Taumaturgo-275
(Ef 4:1-6/Lc 12:16-21)
DICIEMBRE DE 2025
Semana 26 Pos-Pentecostés/Tono 8
Lunes 1:
Platon y Romano Mr-305
(1Tim 1:1-7/Lc 17:20-25)
Martes 2:
Abdias Profeta-IV.a.C/ Barlaan mártir 304
(1Tim 1:8-14/Lc 17-26-37)
Miércoles 3:
Teoctistus Confesor/ Gregorio decapolita/ Mj. Proclo Ob.
(1Tim 1:18-20,2:8-15/Lc 18:15-17,26-30)
Jueves 4:
PRESENTACIÓN DE LA THEOTOKOS EN EL TEMPLO
(Heb 9:1-7/Lc 10:38-42;11:27-28)
(1Tim 3:1-13/Lc 18:31-34)
Viernes 5:
Filemon y Compañeros/ Ap-70-I/ Cecilia-Compñrs-Mrs-288
(1Tim 4:4-8,16/Lc 19:12-28)
Sábado 6:
Alexander Nevsky Príncipe-Novgorod-1263
(Gal 3:8-12/Lc 10:19-21)








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